La situación en el Tribunal Superior de Justicia de Morelos es crítica, marcada por la falta de consenso y la revelación de posibles intentos de corrupción. Una conversación filtrada entre magistradas y magistrados pone de manifiesto las preocupaciones sobre la influencia indebida de otros poderes en el proceso de selección del nuevo presidente del tribunal. Desde la destitución de Jorge Luis Gamboa Olea, el TSJ ha convocado más de 15 sesiones sin lograr el quórum necesario, lo que ha llevado a algunos magistrados a desconectar sus teléfonos y correos institucionales para evitar las notificaciones.
El audio revela que se ofrecieron incentivos financieros a algunos magistrados a cambio de apoyar la candidatura de Javier Mújica, quien también reconoció haber recibido dicho ofrecimiento. Esta situación ha intensificado la tensiones internas, pues se percibe como un intento de corrupción más que como una simple negociación. La preocupación crece no solo por la falta de liderazgo en el tribunal, sino también por el impacto en el pago de salarios del personal, lo que podría afectar los derechos laborales de muchos trabajadores. La situación se complica aún más por la resistencia de algunos magistrados a llegar a un acuerdo y la posibilidad de que se reestablezca un control por parte de un grupo minoritario vinculado al expresidente destituido.