Este caso expone serias acusaciones de violencia de género y la gravedad de la situación que enfrenta la nutrióloga September Vélez por parte de su exmarido, Armando “S.”. Según el relato, Vélez ha documentado sus experiencias de abuso físico y psicológico, que incluyen amenazas con un arma de fuego y la retención ilegal de sus hijos.
El video que publicó en redes sociales y la evidencia de las cámaras de vigilancia parecen ser testimonios críticos para su denuncia. Estos hechos, además, resaltan un patrón de violencia vicaria, donde el agresor utiliza a los hijos como medio para causar daño a la víctima.
La situación es alarmante no solo por las agresiones físicas, sino también por el uso de amenazas mortales y el acoso constante que Vélez describe. La intervención de las autoridades es crucial en este tipo de casos, y es fundamental que se tomen en serio las denuncias de violencia, proporcionando la protección necesaria a las víctimas y asegurando la custodia de los hijos en un ambiente seguro.
La violencia de género, como se ilustra en este caso, requiere atención y acción tanto por parte de las autoridades como de la sociedad en general, para prevenir y detener ciclos de abuso que pueden tener consecuencias devastadoras.