La violencia en el contexto electoral en México sigue siendo un problema grave, como lo demuestra el reciente asesinato de Yesenia Lara Gutiérrez, candidata de Morena a la presidencia municipal de Texistepec. Este crimen, ocurrido un día antes de los asesinatos de dos agentes de la Fiscalía General de la República (FGR), resalta el clima de inseguridad que enfrenta el país, especialmente durante el periodo electoral.
El enfrentamiento en Boca del Río, Veracruz, donde perdieron la vida los dos agentes de la Policía Federal Ministerial, se produjo en un contexto de intercambio de disparos con presuntos delincuentes, lo que indica la violencia que permea en la región. Aunque las autoridades no han confirmado los detalles, se ha señalado la participación de diversas fuerzas de seguridad en la operación.
Además, la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, ha solicitado apoyo a la FGR y a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para investigar el asesinato de la candidata de Morena, lo que sugiere una preocupación por la seguridad de los actores políticos en la región.
Este fenómeno de violencia política no es nuevo, y se ha documentado que en semanas previas al inicio del proceso electoral, se han registrado varios incidentes violentos en el estado, incluyendo la privación de la libertad de miembros de partidos políticos y ataques armados. La situación representa un reto significativo para las autoridades, que deben garantizar un ambiente seguro para la participación democrática y la integridad del proceso electoral.