Un grupo de 23 niños y adolescentes de Bacalar, un pueblo mágico en Quintana Roo, han logrado obtener una suspensión provisional que detiene de manera temporal la construcción de instalaciones recreativas por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Esta suspensión fue emitida por un juez de distrito, quien atendió un amparo donde los demandantes argumentaron que el proyecto de la Sedena, que incluye la construcción de una casa de descanso para el Ejército Mexicano, podría perjudicar su derecho a un medio ambiente sano, así como el acceso al agua, la salud y la cultura.
El juez enfatizó que la obra, de continuar, podría alterar significativamente el ecosistema local, afectando tanto la fauna como la flora de la región. La suspensión ordena a la Sedena cesar cualquier actividad de modificación o alteración en el área hasta, al menos, el 21 de mayo, fecha en la que se llevará a cabo una audiencia incidental para decidir sobre la continuación del proyecto.
Bacalar, conocido por su laguna de los siete colores, es considerado un lugar de alto valor ecológico. Desde 2006, ha sido reconocido como pueblo mágico por la Secretaría de Turismo federal y es hogar de la mayor concentración de estromatolitos de agua dulce en el mundo, formaciones rocosas que representan una de las formas de vida más antiguas del planeta. Este ecosistema es un patrimonio natural y cultural de Quintana Roo, atrayendo a más de 100,000 visitantes al año.