Ximena Guzmán y José Muñoz: Ataque a las entrañas del gobierno de Clara Brugada

El trágico ataque que resultó en el asesinato de dos altos funcionarios del equipo de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, resalta la creciente preocupación por la violencia e inseguridad en la capital. La violencia ocurrió de manera abrupta en la calzada de Tlalpan durante la hora pico, lo que subraya la gravedad del incidente.
Ximena Josefina Guzmán Cuevas, quien había sido una figura clave en la administración de Brugada desde el inicio de su carrera política, era su secretaria particular y alguien en quien la mandataria confiaba plenamente. Su trayectoria en el gobierno capitalino, que incluye roles en diferentes administraciones, la convertía en una funcionaria con un gran conocimiento de las estructuras de poder.
José Muñoz Vega, por su parte, también mantenía una relación cercana con Brugada y era un asesor influyente en temas de seguridad, participando en las reuniones del gabinete. Su experiencia y cercanía con la jefa de gobierno lo hacían una pieza fundamental en su equipo.
Este evento no solo marca un antes y un después en la administración de Brugada, sino que también provoca un clima de inquietud entre los funcionarios y la población en general, dado el recordatorio de que la violencia puede afectar incluso a los que ocupan posiciones de poder. La referencia al atentado en 2020 contra el secretario de Seguridad Ciudadana resuena, sugiriendo que la violencia tiene raíces profundas y complejas en la ciudad, vinculadas a organizaciones criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La situación actual plantea urgentes preguntas sobre la eficacia de las políticas de seguridad implementadas en la ciudad y la capacidad del gobierno para proteger a sus colaboradores y, por extensión, a la ciudadanía.

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