Angelina Jolie conmueve en San Sebastián: “Amo a mi país, pero no lo reconozco en este momento”

En una breve pero intensa visita, Angelina Jolie revolucionó este domingo el Festival Internacional de Cine de San Sebastián con la presentación de Couture, cinta dirigida por Alice Winocour en la que interpreta a una cineasta que enfrenta un cáncer de mama en medio de un proceso de divorcio. La actriz estadounidense, de 50 años, permaneció apenas unas horas en la ciudad, pero dejó una profunda impresión tanto en el público como en la prensa.

Jolie, quien llegó directamente desde Londres —donde filma la serie Anxious People, dirigida por Marc Forster— aprovechó su único día de descanso para participar en la gala del certamen donostiarra. Entró discretamente al hotel María Cristina por una puerta de servicio al mediodía y más tarde pisó la alfombra roja del Kursaal, donde fue recibida por una multitud de seguidores que aguardaban su llegada desde temprano.

Durante la proyección de Couture, Jolie ofreció una rueda de prensa cargada de emoción. El filme, que compite en el festival, presenta un mosaico de historias femeninas dentro del mundo de la moda en París, centrando su relato en Maxine Walker, una directora de cine que recibe un diagnóstico de cáncer de mama justo cuando atraviesa un momento profesional brillante.

La interpretación de Jolie está cargada de resonancia personal: en 2013, la actriz se sometió a una doble mastectomía preventiva tras conocer que era portadora de una mutación genética que elevaba drásticamente su riesgo de desarrollar cáncer. Dos años después, también se sometió a la extirpación de ovarios. “Perdí a mi madre y a mi abuela por ese cáncer. En mi caso, fue una elección. Pero muchas mujeres no pueden elegir. Es crucial visibilizar ese viaje femenino en pantalla, y que también lo comprendan los hombres”, expresó visiblemente conmovida.

La actriz también habló del proceso emocional detrás del proyecto. “Esta película ha sido profundamente sanadora para mí”, señaló. De hecho, durante el rodaje usó un collar que perteneció a su madre, Marcheline Bertrand, quien falleció en 2007 a causa del mismo padecimiento. “Ella solía escribirme cartas dirigidas a los personajes que interpretaba. Pienso mucho en ella. Especialmente con esta película, porque pasó gran parte de su vida en hospitales... Me emociona tanto que no puedo hablar sin llorar”, dijo conteniendo las lágrimas.

En uno de los momentos más contundentes de la conferencia, Jolie reflexionó sobre la situación actual en su país: “Amo a mi país, pero no lo reconozco en este momento. Estamos viviendo tiempos muy difíciles. Mi familia, mis amigos, mi visión del mundo es internacional. Cualquier cosa que limite la libertad o divida a las personas me parece sumamente peligrosa”.

Aunque habló menos que la directora Alice Winocour, su presencia acaparó la atención. Reservada pero directa, la actriz se mostró generosa con sus compañeros de reparto —entre ellos Louis Garrel— y dejó claro que su compromiso con Couture iba más allá de lo profesional.

Tras la función y los saludos finales, Jolie volvió a Londres para continuar con su rodaje. Su paso por San Sebastián fue breve, pero suficiente para dejar una huella emocional en el festival y un mensaje claro: la fragilidad y la fortaleza pueden convivir, dentro y fuera de la pantalla.

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