En una gala de los Globos de Oro en 2013, a la pregunta de cuáles eran sus tres películas favoritas de la historia del cine, Woody Allen respondió mencionando tres títulos europeos que producen en él una sensación particular de admiración, describiéndolos como “poesía en movimiento”.  Las películas que eligió son:

1. El séptimo sello (The Seventh Seal, 1957), de Ingmar Bergman. Una obra marcada por la reflexión existencial, donde un caballero juega una partida de ajedrez con la Muerte, buscando respuestas sobre la vida, la fe y el sentido de la existencia. 

2. Amarcord (1973), de Federico Fellini. Un retrato onírico y nostálgico de la vida cotidiana en un pequeño pueblo italiano, lleno de personajes   memorables y episodios que mezclan humor, melancolía y realidad.                                                                                                                            

3. El ladrón de bicicletas (The Bicycle Thieves, 1947), de Vittorio De Sica. Considerada una obra suprema del neorrealismo italiano, narra las penurias de un hombre que busca recuperar su bicicleta robada en la Roma de la posguerra, elemento imprescindible para su sustento. 

Allen explicó que estos filmes comparten ciertas características que lo conmueven profundamente: tratan temas con los que se identifica; poseen una técnica cinematográfica “interesante, intensa y fascinante”; y transmiten un enfoque poético.